El primer edil de Getafe y máximo representante, que no mandatario, de los alcaldes de España «se coló» ayer en la tira de Peridis que publica a diario El País, junto al ministro de Economía, Pedro Solbes, y al ex ministro y alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.

El recorte presupuestario que ha propuesto el gobierno a las entidades locales ha dejado maltrecha, primero, la posición en este asunto de Pedro Castro como representante de la Federación Española de Municipios y Provincias y, segundo, la «obligada» alineación de los regidores en en sus respectivos bloques.

Belloch ha protagonizado una pequeña algarada dentro del PSOE al convocar a los concejales de Hacienda de las cinco mayores ciudades españolas, con gobiernos de distinto signo político; el PP en Madrid y Valencia; el PSC en Barcelona; y el PSOE en Málaga, Sevilla y Zaragoza). Pasando por alto el dictado del partido socialista y a la propia FEMP.

Castro había anunciado hace escasas semanas que estaba dispuesto a plantar cara al gobierno en el caso de no llegar a un acuerdo en el modelo de financiación de los ayuntamiento. Pero no hay margen de maniobra. El dinero parece haberse esfumado de una sociedad acostumbrada a la burbuja, al consumismo y el derroche. Hace sólo un año, los alcaldes como por ejemplo el de Getafe, se subían, al poco de salir elegidos, los sueldos de manera escandalosa. Ahora es época de rebajas. De dietas y restricciones. Desde que Esperanza Aguirre lanzara la idea de «adelgazar» la administración y congelar los salarios de los altos cargos, medidas criticadas en un principio por la oposición, por demagógicas, casi todos los políticos, socialistas y populares, las han adoptado.

Los vecinos de Getafe está acostumbrados al espíritu combativo de su primer edil; nadie podría pensar que se arrugaría al primer tirón de orejas del PSOE, declinando la batalla, al manifestar que «hay que apretarse el cinturón y arrimar el hombro». Inaudito. Quién no apostaría, si el que apreta las clavijas presupuestarias fuera el Partido Popular, que Pedro Castro estaría ya hablando de una huelga de hambre, fletando autobuses reivindicativos hasta Moncloa o pensando encadenarse a los leones del Congreso. El dilema es precisamente ese: arrimar el hombro o alargar la mano. Así lo ha retratado de manera precisa el ingenio del también arquitecto José María Pérez.

Peridis, lleva publicando su tira «cómica» en el diario El País desde su primer número fechado el 4 de mayo de 1976. Desde aquella fecha ha dibujado a todos los personajes que se mueven en los aledaños del poder político, económico y social. La relación de Peridis con Getafe viene de lejos. Siendo alcalde Jesús Prieto de la Fuente (1979-1983) el ayuntamiento le encargó el proyecto del Centro Cívico Juan de la Cierva; también es autor de la remodelación de la Fábrica de Harinas.

Lo curioso de la viñeta, además del movimiento de manos, es que Castro aparece en la caricatura bajito, claro está, pero con el famoso bigote que le acompañara durante lustros. Hace meses que no se ven, ni en foto. Pedro Castro, alejado de los suburbios, es ahora «sinbigotes». Por favor, Peridis, pásele la «gillette».