Cuando escribimos el libro ‘La Furia de Caronte’ intentamos dar cuenta de la mayoría de los protagonistas, escritores, corresponsales o, políticos y militares que tuvieron cita con la historia de Getafe durante la guerra civil. Sin embargo, una vez publicado, retenidos sus textos e imágenes en el papel, sin posibilidad de añadir ni mejorar, nos topamos con la aparición de nuevos personajes. Este es el caso de Heinz Raebiger, dibujante, ilustrador y reportero de guerra alemán nacido 1903 en Montabaur y fallecido en la Unión Soviética en 1955. En 1919, Raebiger se trasladó a Berlín para estudiar en la Escuela de Artesanía, aunque nunca completó su formación como pintor decorativo. Como otros cientos de artistas de todos los tiempo, Raebiger se trasladó a Roma para empaparse de la cultura clásica. Allí pintó retratos, diseñó carteles y tuvo un relativo éxito como ilustrador, citándose entre sus trabajos la ilustración de un libro de texto escolar italiano. Después de tres años, regresó a Alemania donde empezó a trabajar como ilustrador y dibujante en prensa y publicidad. Miembro del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, ilustró novelas y diseñó carteles como el de la película ‘El triunfo de la voluntad’. Heinz Raebiger es el autor del busto del teniente coronel Heliodoro Rolando de Tella, el jefe de la Legión y de las tropas Regulares Indígenas que tomaron Getafe el 4 de noviembre de 1936 y de una ilustración titulada ‘Comida con soldados moros en el frente de Getafe’, catalogada en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, aunque no hemos conseguido su reproducción (exclusivamente para consultar en sala).

En marzo de 1937, Raebiger fue enviado como reportero a la guerra civil española por el Völkischer Beobachter —El Observador del Pueblo—, diario oficial del partido nazi [los dibujos de Raebiger que mostramos se publicaron en ese periódico el 16 de marzo de 1937]. Durante el periodo de dominio nazi en Alemania diseñó sellos de correos y trabajó para el ministerio de propaganda dirigido por Joseph Goebbels, el jefe de marketing del Tercer Reich. Muchos de sus dibujos ilustraron las hojas y publicaciones del ejército alemán y las Schutzstaffel (SS) durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo un cierto éxito como retratista, aunque su fama se debería, sobre todo, a los dibujos que realizó como corresponsal de guerra en el conflicto español. En 1944 se enroló como corresponsal de guerra en el frente ruso. No hay constancia exacta de su final. Se cree que falleció en 1955 en un campo de concentración soviético aunque también se apunta que pudo morir en el sitio de Sebastopol.

Hace veinte años, en 2005, un sobrino de Heinz Raebiger donó al estado español una carpeta con cincuenta y un dibujos originales que su tío había plasmado en diferentes lugares de España en 1937. Desde Alemania, Raebiger llegó a Vigo y trasladándose luego a Salamanca donde permaneció una temporada en la que alternó retratos de altos mandos militares, incluidos el general Franco y Pilar Primo de Rivera, con apuntes de paisajes salmantinos. Después continuó viaje hacia Sevilla, haciendo escalas, al menos, en Burgos, Valladolid, Getafe, Aravaca y Toledo; en todas ellas firmó dibujos, aunque lo curioso es que los retratados, como el teniente coronel Tella o el general Franco, también estamparon su rúbrica.

Heliodoro Rolando de Tella

Heliodoro Rolando de Tella retratado por Heinz Raebiger en Getafe en marzo de 1937

En una de las ilustraciones que publicamos se reproduce el busto que realizó de Heliodoro Rolando de Tella y Cantos de Uz (1888-1967), el jefe de una de las columnas del ‘Ejército expedicionario’ que bajo las órdenes de Juan Yagüe, subió desde Andalucía, arrasó Extremadura y, bajo el mando del general Varela, tomó algunos de los municipios de la zona sur madrileña, entre ellos Getafe [4 de noviembre de 1936]; durante muchos años, hasta la llegada de la democracia, la actual calle Toledo de esta localidad le recordaba, denominándose calle del Teniente Coronel Tella. De nombre épico, el joven teniente Rolando de Tella, recién graduado de la Academia de Infantería de Toledo, fue destinado a Marruecos, donde estuvo destinado buena parte de su vida militar. Allí, con el grado de capitán, formó parte del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas número 5, participando de forma heroica en numerosas operaciones y recibiendo varias heridas; tres años después fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y la Medalla Militar Individual.

En 1932 se unió a la frustrada rebelión de la derecha monárquica que lideraba el general José Sanjurjo contra la República, hechos por los que fue desterrado y encarcelado en Villa Cisneros, en el Sáhara español. Después de la amnistía del año 34, regresó al ejército. Aunque no congeniaba con Franco, participó en la guerra civil y fue uno de los militares africanistas que contribuyeron eficazmente al éxito del alzamiento armado. Después de la guerra fue condecorado con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y nombrado gobernador militar de Burgos y posteriormente de Lugo, aunque sus devaneos con la causa de Juan de Borbón acabarían empañando su trayectoria militar y civil; Franco había eliminado a otro aventurero. Fue acusado de algunas corruptelas, defraudación y contrabando, aunque algunos historiadores piensan que como excusa, y resultó apartado del servicio por un Tribunal de Honor, vicisitud que unida al paso de los años, haría que el heroico Rolando perdiera el juicio. Es de resaltar que Rolando de Tella fue un monárquico convencido contra del apalancamiento de Franco: «no he colaborado en el alzamiento y participado en la guerra civil para que después se evite que el Rey ocupe su puesto al frente de la Nación». También es conocido que durante la II Guerra mundial fue partidario de los aliados y que nunca creyó en la victoria de Alemania.

Hay que destacar, además de su trayectoria militar, su conocimiento de la historia militar, declarándose admirador del general carlista Tomás de Zumalacárregui. Heliodoro Rolando de Tella estudió derecho y escribió algunos libros sobre temas militares, una pasión que emprendió de joven con títulos como ‘Moral militar y dirección de tropas’, Madrid 1919; ‘La guerra’ (prologo del general Burguete), Zamora 1919; ‘La Sociedad de Naciones y la limitación de armamentos’ (Conferencia pronunciada en la Universidad de Salamanca ), Zamora 1919 (42 páginas); ‘Escuela y Patria o la preparación del Servicio Militar’ y ‘Croquis para el estudio de la guerra Ruso-Japonesa’. Hasta el año 2016, una calle de Lugo llevaba su nombre; la Rúa del Xeneral Tella fue renombrada, en base a la Ley de la Memoria Histórica, como de Avelino Pousa Antelo.

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DIBUJOS EXTRAÍDOS DE LA MONOGRAFÍA: Los retratos toledanos de Heinz Raebiger, de Isabelo Herreros. Revista Cultural Archivo Secreto. Ayuntamiento de Toledo. Arriba se muestra la imagen RAEBIGER WORKING: Der Adler, 1 de junio de 1939. TEXTOS: Diversas fuentes de internet.